Ser emprendedor no es mas, que tener, inquietud de demostrarse a uno mismo, que es capaz de gestionar su propia vida y su negocio, sabiendo, o, a veces no, el grado de afección que este paso tan importante tiene.
El emprendedor real es aquel, que para su idea ha utilizado mas el corazón que la cabeza, por eso, tiene esta efervescente ilusión por ponerse a los mandos de su proyecto.
Es vital que cuente con ayudas externas que le orienten, sin quitar esa parte ilusionante que tiene, ya que sera, lo que con el conocimiento adquirido, se convertirá en pasión por lo que hace, dando como resultado el éxito en el proyecto.
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